miércoles, 19 de diciembre de 2007

UNA PEQUEÑA MANCHA NEGRA EN EL EXPEDIENTE ELECTORAL DE LA REVOLUCIÓN

Por: Jhonar Corro García

La pérdida electoral del pasado 2 de diciembre fue apenas un trago de victoria para la oposición, mientras el Presidente Hugo Chávez ha bebido botellas de triunfo en los procesos electorales que, desde hace 9 años, se han realizado en Venezuela. Esta pequeña mancha negra en el expediente electoral del Presidente Chávez no es mala, pues permitió iniciar un proceso de reflexión y autocrítica dentro de la izquierda bolivariana. Por ejemplo, en esta ocasión cerca de 3 millones de personas dejaron de votar por el Presidente. Para algunos el mensaje podría ser: “no queremos a los ministros, gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, porque son incompetentes”.

Ahora, se preparan las baterías para los nuevos procesos electorales que se realizarán durante este año, nos referimos la escogencia de nuevos Gobernadores y Alcaldes. Lo ocurrido el 2 de diciembre, no tiene ningún peso comparado con los procesos electorales que están por venir en 2008.

¡AHORA A CONSTRUIR LA PATRIA NUEVA!

lunes, 17 de diciembre de 2007

AQUÍ NO HA PASADO NADA

Por: Keila Ruiz

Muchos pensaban que el 2 de diciembre de 2007 estallaría una crisis social en Venezuela. Era impresionante ver a miles de personas caminar por el centro de Caracas, Sabana Grande y Petare. Había quienes hacían planes con los días que tendrían libres después de las votaciones pues, según ellos, el país amanecería paralizado, con disturbios y concentraciones. ¡Que sorpresa para todos!, Que sorpresa fue la demostración de civismo y respeto que cada uno de los venezolanos dio ese domingo.

El lunes 3 de diciembre comenzó como siempre, con unos más felices que otros, con el mismo calor y alboroto, pero con algo en particular, una conciencia de cambio y eso ¡es un triunfo!.

Pero qué pasó, ¿acaso ganó la confusión?. Lo cierto es que dentro de ese 44, 11% que se abstuvo, está inmerso un gran número de personas que le dieron la espalda al proceso, lo defraudaron y jugaron con él. Abstención que le dio el triunfo a la oposición que tenía planificada la desestabilización del país, porque hasta ellos mismos creían imposible su victoria por más mínima que esta fuera.

Yon Goicochea, uno de los nuevos líderes de la oposición y estudiante de una de las Universidades más caras del país, se dedico a hacer llamados para que se desconocieran los resultados, porque hasta ellos mismos pensaban que la reforma ganaría.

Lo cierto es que ese día se valoro un proyecto de reforma inigualable, único, al que la oposición (y aquí se incluye la oligarquía capitalista y mediática) dijeron NO, pero Venezuela no cambió en nada. El país sigue igual, con nuestro presidente Hugo Chávez al mando, la Constitución del 99 y la misma ignorancia de los opositores. Estamos como al principio, aquí no ha pasado nada.

Es como en el juego de béisbol cuando hay bases llenas y se da un “fly”, es out, pero nadie se mueve. La Revolución Bolivariana todavía tiene las bases llenas y es su turno al bate.

Descuidado triunfalismo

Por: José Gutiérrez


El triunfo del NO en las elecciones del pasado 2 de diciembre nos cayó como un balde de agua fría. Los revolucionarios estábamos seguros del triunfo del SI a la Reforma Constitucional que propuso el Presidente de Venezuela Hugo Chávez. La ola ganadora vivida durante los últimos años, nos hizo descuidar aspectos esenciales del proyecto revolucionario que comenzó 9 años atrás, cuando el Presidente Chávez llegó por primera vez al poder.

Tal vez no estuvimos a la altura de un Estado Socialista. Pero la realidad, es que el bombardeo mediático de la oligarquía criolla, con el apoyo de fuerzas extranjeras, impusieron la duda en la población. Mucha gente fue presa de esta terrorífica campaña, por ello la fortaleza y claridad ideológica es fundamental y clave en este proceso.

La votación, en su especto, numérico dejó interrogantes. Por una parte la oposición obtuvo una victoria, pero no superó su votación de cuatro millones y tantos, su capital electoral que no parece superarlo. En cambio, preocupan los más de tres millones de chavistas que dejaron de votar esta vez. Se desprenden entonces una cadena de preguntas que ya responderemos con las discusiones. Por allí pienso que mis piernas tienen aún el hervidero de la marcha del cierre de campaña, por lo que no comprendo del todo el haber visto tanta gente y cargar con la derrota.

La derrota debe servir para detenerse y observar lo que ha pasado, o lo que está pasando en el seno de la Revolución. La crítica y la autocrítica no deben ser más de lo mismo. Las responsabilidades deben asumirse y no buscar culpables más allá de lo que corresponde. Es la hora de vivir una nueva etapa, desprovista de triunfalismos inútiles, porque pese a todo el apoyo que se tenga se puede perder, y no sólo perder una elección sino la posibilidad de concretar ese Estado Socialista que tanto anhelamos, pues, la sociedad actual, tal como está estructurada, no llegará muy lejos.

Aportemos cada uno desde nuestro espacio de acción y fortalezcamos este socialismo nuestro, pese a sus contratiempos. La duda pueda presentarse así como la dialéctica, las contradicciones son naturales. Discutamos entonces sobre esta derrota, como también podríamos reflexionar sobre las victorias. Asumo que un vigoroso panorama en el país se asoma, pues, las experiencias de la vida, y más la de un pueblo, enrumban los cañones hacia nuevas batallas.